Se pueden diferenciar tres tipos de sistemas:
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un sistema aislado es aquel que no intercambia materia ni energía con el medio que lo rodea,
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un sistema cerrado intercambia solamente energía con el medio que lo rodea,
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un sistema abierto intercambia ambas.
La ley de conservación de la materia establece que "en un sistema cerrado la cantidad total de materia permanece constante".
Por otro lado, la ley de conservación de la energía establece que "la suma de energía cinética, potencial y térmica en un sistema aislado permanece constante".
Ambas leyes se unifican en la ley de conservación de masa y energía que establece que "la cantidad de materia y energía en el universo no aumenta ni disminuye, pero pueden transformarse entre sí".