Ciclos económicos y políticas estabilizadoras

Ciclos económicos y políticas estabilizadoras

La política económica del gobierno se dirige a atenuar las fluctuaciones que producen los ciclos, con la intención de conseguir un ritmo de crecimiento estable en el largo plazo, lo que exige tener los precios controlados.

Tan malo es una fase baja del ciclo con desempleo, como una fase alta con tensiones inflacionistas (termina generando una serie de desajustes que al final lleva a la economía a una fase de estancamiento).

Entre las distintas medidas estabilizadoras que puede adoptar el gobierno, las hay de política fiscal y de política monetaria.

En época de recesión: reducción de los impuestos, aumento del gasto público, incremento de la oferta monetaria, etc. Estas medidas pueden adoptarse individual o conjuntamente.

En época de expansión: el gobierno adoptará las medidas contrarias a las anteriores, es decir, reducción del gasto público, contracción de la oferta monetarias, etc.

Los impuestos funcionan ya de por sí como estabilizadores:

Si baja la renta disminuye la recaudación impositiva (lo que contribuye a reducir el impacto negativo de la bajada) y cuando sube aumenta la recaudación (modera el crecimiento de la economía).

La intervención del gobierno en la economía con intención de neutralizar los movimientos de los ciclos económicos cuenta con muchos detractores; de hecho, los resultados obtenidos históricamente con estas políticas han sido a veces bastante mediocres.

Los críticos a la actuación pública sostienen que los gobiernos suelen centrar su actuación en políticas de demanda, que a largo plazo apenas tienen efecto sobre el nivel de producción ni sobre el empleo. Por ello entienden que serían más eficaces políticas de oferta.