Desarrollo

LOS HEBREOS: un pueblo en movimiento

En el borde occidental de Asia que da sobre el Mediterráneo se encuentra el territorio de Palestina, que se extiende hacia el este pasando el Río Jordán y el mar Muerto, y linda con Siria en el norte y por el sur con la península del Sinaí y el Mar Rojo.  Ese fue el antiguo asiento de los reinos de Israel y de Judá fundados por los Hebreos.  El clima no es muy benigno y el suelo no es tan generoso que permita hacer cosechas muy abundantes.  El valle del Jordán se encuentra rodeado de montañas, campos de pastoreo y tierras agrícolas.  En el sur los pastos crecían únicamente en épocas de lluvias. 

Historia

 Los Hebreos, un pueblo semita originario de la península Arábiga, migraron hacia el siglo XIX a.C. hacia la Baja Mesopotamia.  Este pueblo estaba organizado en tribus de pastores, bajo las órdenes de jefes o patriárcas. Tiempo después, hacia el siglo VIII a. C., al mando de uno de estos patriarcas, Abrham, los Hebreos se desplazaron hacia el sur de Canaán, que era la "Tierra Prometida" para ellos por su único Dios, Yahvé (Jehová).  luego, cuando los hicsos invadieron Egipto, los hebreos ingresaron en aquel territorio y se instalaron allí, pero cuando los Egipcios lograron expulsar a los hicsos, los hebreos fueron esclavizados.  Esta época es conocida como el "cautiverio en Egipto"

Después de permanecer en Egipto alrededor de 400 años, hacia el Siglo XIV a.C., los Hebreos pudieron salir del país guiados por el patriarca Moisés.  Según la biblia, Moisés guió a su pueblo por el desierto de Sinaí para llevarlo nuevamente a la "Tierra Prometida".  Durante ese trayecto, la Biblia relata que Moisés, recibió de dios, las "Tablas de la Ley" o "Diez Mandamientos" (También conocidos como "Ley Mosaica").  Una vez en Canaán, los Hebreos sometieron a los pueblos que se encontraban allí y se organizaron en doce trìbus, cada una de ellas dirigidas por un juez que era, al mismo tiempo, jefe político, militar y religioso.

El gobierno descentralizado compuesto por jueces, fue reemplazado hacia fines del siglo XI a.C., por un sistema centralizado, la monarquía.  El primer rey de Israel fue Saúl, quien gobernó durante cuarenta y dos años y murió en combate contra los filisteos.  Su sucesor, David conquistó la ciudad de Jerusalén y la convirtió en la capital del reino. Durante el reinado de su tercer rey, Salomón (973 a 933 a. C.), el país alcanzó su apogeo.  Cuando murió Salomón, el reino sufrió un cisma o división.  Diez tribus conformaron el reino de Israel, que mantuvo su independencia hasta el 722 a.C., cuando fueron vencidos por los Asirios.  Las dos tribus restantes formaron el reino de Judá, con capital en Jerusalén, que subsistió hasta 586 a.C. cuando cayó en manos de los neobabilonios de Nabucodonosor.  En el año 538 a.C., los persas destruyeron el imperio neobabilónico y se les permtió a los israelitas regresar a sus tierras y reconstruir el templo, aunque integrando una provincia del imperio persa.

Sociedad, Economía, Cultura

La sociedad israelita estaba íntimamente relacionada con su religión. Su núcleo era la familia patriarcal:  en ella el padre representaba la máxima autoridad.  Existían también los esclavos, estos podían obtenerse por compra y también caían en esta condición los prisioneros de guerra.  

Establecidos en Palestina, los hebreos se dedicaron a la agricultura y a la ganadería.  Los cultivos característicos fueron el olivo y la vid, aunque también obtuvieron legumbres como habas y lentejas.  El pastoreo de ovejas, asnos, bueyes, cabras, caballos y camellos acompañaba la actividad agrícola. También trabajaron la cerámica y confeccionaron numerosos tejidos de lana y lino.  Pero su actividad económica más importante fue el comercio, ya que su lugar de asentamiento, Palestina, era una tierra puente, un lugar de tránsito de mercaderes entre varias regiones, como Mesopotamia y Egipto.  Los Hebreos vendían aceite y vino y compraban metales (cobre de Chipre, hierro de Anatolia, oro de Arabia), marfil y especias.

La religión dominó todos los aspectos de la cultura hebrea.  La prohibición de representar a la divinidad desalentó la creatividad en escultura y pintura.  Como contrapartida, la religión estimuló el desarrollo de la literatura, que se tradujo en el esfuerzo de generaciones para la redacción y la transmisión de los textos, las creencias y las tradiciones religiosas.  El resultado fue la Biblia.  La "Biblia" deriva del griego biblia:  libros, e indica "el libro por excelencia".  Este texto también recibe el nombre de "Sagradas Escrituras": sagradas porque se creen inspiradas por Dios y contienen su revelación a los hombres y escrituras, en plural, porque su origen es variado, de distintas épocas y diferentes autores.

Religión 

 Los Hebreos dieron origen a la primera religión monoteísta del Cercano Oriente, porque ellos tenían la convicción de que el único Dios era YahvéJehová, creador del mundo y de los seres humanos.  Su Dios es justo, sumamente bueno y clemente. No puede ser representado, es inmaterial, por lo que no toma características antropomórficas ni se identifica con las fuerzas de la naturaleza.  El anuncio de la llegada del Mesías en las épocas de crisis es otra particularidad de la religión hebrea.  Vislumbra un futuro feliz, en el que el bien y la justicia reinan en la tierra.  La religión de los israelitas tuvo también un "matiz moral o ético". Yahvé exige a su pueblo el cumplimiento de una moralidad, dicta en primer lugar las obligaciones del creyente para con su Dios y luego, las obligaciones de los hombres entre sí.

Todas las creencias de este pueblo se encuentran en el Antiguo Testamento o Biblia hebrea. La Biblia no es solo un texto religioso.  También proporciona información histórica que puede ser confirmada por investigaciones arqueológicas y documentos escritos por otros pueblos.  Contiene relatos tradicionales sobre los orígenes de la humanidad y sobre el pueblo hebreo desde la Creación hasta la construcción del Segundo Templo, e incluye normas de conducta moral y religiosa.  Se pueden encontrar, también, aspectos de la vida cotidiana como la vestimenta o la comida.