La península itálica está ubicada en el centro del Mar Mediterráneo. Estuvo habitada por un número considerable de pueblos que vivían independientes unos de otros, como los latinos, los sabinos y los etruscos. También los griegos tuvieron una importante presencia en el sur de la península, en la que fundaron colonias. Roma fue emplazada en la región central de la península Itálica, sobre las márgenes del río Tíber; este río constituía un punto de enlace y comunicación de llanuras fértiles y, además, le facilitaba a Roma una salida directa del mar. Italia está ubicada en un lugar estratégico, en el centro del Mediterráneo, y forma una península que divide este mar en dos cuencas: el Mediterráneo Oriental y el Mediterráneo Occidental. A su vez, la rodean el Mar Tirreno por el Oeste, el mar Adriático por el este y el mar Jónico por el Sur. Las montañas que conforman el relieve de la península itálica son los Alpes, al Norte, y los Apeninos, que la recorren de Norte a Sur. Hacia la costa oeste hay varias llanuras y puertos naturales, lo que ha favorecido la concentración de población en esa región. Entre las llanuras más importantes se encuentra las del Lacio. En este lugar, en el centro mismo de la península, se fundó la ciudad de Roma.
Monarquia
Roma tuvo siete reyes, los cuatro primeros eran nativos (latinos y sabinos), los tres últimos de origen etrusco.
Las Instituciones de la monarquía romana fueron:
Rey:tenía poderes políticos, militares y religiosos; dirigía el Estado, era jefe del ejército, sumo sacerdote y juez supremo; el cargo era vitalicio no hereditario.
Senado: estaba integrado por los jefes de las familias patricias; sus funciones eran consultivas: asesoraban al rey en sus actividades; los senadores duraban en el cargo toda su vida.
Asamblea o Comicios por Curias: estaba formada exclusivamente por los patricios, sus funciones eran variadas, por ejemplo, la aprobación de las declaraciones de guerra y de los tratados de paz. La elección del rey debía ser aprobada por esta Asamblea; la votación se realizaba por medio de las curias.
La sociedad estaba organizada en tres clases sociales:
Patricios: eran el sector dirigente y privilegiado, solo ellos tenían derecho a votar y a ocupar cargos políticos y religiosos. Constituían el grupo más rico y se consideraban descendientes de los fundadores de Roma y estaban organizados en un sistema de familia; varias familias patricias se agrupaban en un Clan. Los clanes a su vez, se agrupaban de a diez y formaban una curia. El nombre Patricio deriva del latín patris: padre, y alude a los jefes de clanes, que siempre eran varones.
Plebeyos: aparecieeron como producto de la formación de la ciudad y conformaron un grupo social nuevo: la plebe (del latín plebs: multitud). se los consideraba hombres libres pero no ciudadanos; se hallaban excluidos de la vida política y religiosa. Les estaba prohibido contraer matrimonio con integrantes del patriciado. Los plebeyos eran en gran parte campesinos, comerciantes y artesanos.
Esclavos: se encontraban en la escala inferior de la sociedad. Eran propiedad absoluta de sus dueños y no gozaban de derecho alguno. Se dedicaban a todo tipo de tareas, desde las rurales hasta las artesanales o domésticas.
República
Luego de la revolución del 509 a. C. la monarquía romana fue reemplazada por una república que se mantuvo por más de cinco siglos, hasta la creación del imperio a fines del siglo I a.C. A lo largo de este tiempo sufrió transformaciones: primero fue una aristocracia de carácter aristocrático, luego llegó a ser casi democrática, aunque mantenía privilegios de fortuna; posteriormente el gobierno quedó en manos de una oligarquía. El término República (del latín res publica: cosa pública)indicaba que los ciudadanos romanos eran quienes tomaban las decisiones en las cuestiones que pertenecían a la comunidad, y quienes integraban y dirigían las instituciones del Estado.
Con la instauración de la república, el poder del Estado, antes concentrado en la figura del rey, se dividió en varias instituciones políticas:
El Senado: estaba integrado por 300 miembros vitalicios; se ocupaba de los asuntos militares, la política exterior, las cuestiones económicas y el culto público. Era el verdadero dueño del poder durante la República.
Las Asambleas: Eran tres: los Comicios Curiados o Asambleas de las Curias: , que en esta etapa perdieron el poder que tenían durante la monarquía y solo se ocuparon de temas religiosos; los Comicios Centuriados o Asambleas de las Centurias, que elegían a los funcionarios superiores, como cónsules pretores y censores; y la asamblea de la Plebe, que elegía a ediles, cuestores y tribunos de la plebe.
Las Magistraturas: era un cuerpo de funcionarios que se encargaba de dirigir el Estado y el funcionamiento de la ciudad, los cargos eran anuales, colegiados, electivos y gratuitos. Cónsules: había dos cónsules y eran los jefes militares y políticos de la ciudad; Censores: elaboraban el censo o lista de ciudadanos con sus respectivas fortunas y vigilaban las costumbres; Pretores: administraban justicia; Ediles: se ocupaban de la sanidad, del abastecimiento del agua potable y comida, de la seguridad del comercio, de los espectáculos públicos y de los caminos; Cuestores: administraban las finanzas públicas. Posteriormente se incorporó al Tribuno de la Plebe y era un defensor de este grupo social.
En su primer siglo de vida la República buscó y alcanzó la unificación de la península itálica en tres etapas: la conquista del lacio, la conquista de Italia y la conquista del sur de Italia. Un siglo después, la república romana se convirtió en la fuerza unificadora de toda la zona del mar Mediterráneo. Este proceso, desarrollado a lo largo de doscientos años, se efectuó en dos frentes: el Mediterráneo occidental (se enfrentó al poderoso imperio de Cartago en las famosas guerras púnicas) y el Mediterráneo Oriental (conquistando los reinos Helenísticos, Macedonia y Siria). Los territorios conquistados fueron convertidos en provincias que estuvieron gobernadas por autoridades nombradas desde Roma.
Con los cambios introducidos en la organización económica y social por la conquista del Mediterráneo, la vida política de la república romana no podía seguir manteniéndose tal como hasta entonces. Desde el siglo II a.C. Roma se vio sacudida por conflictos que acabaron por generar las guerras civiles. En el siglo I a.C., la situación romana fue muy tensa, se produjo una división entre el sector popular y el partido senatorial. Los jefes militares que se habían destacado en las conquistas, comenzaron a intervenir en los asuntos políticos. Actuaron según sus preferencias en favor del sector popular o del senatorial y provocaron un extenso período de guerras civiles. La primera guerra civil que enfrentó a los generales mario y Sila, terminó en el año 82 a.C. con el triunfo de Sila, quien fue nombrado dictador por el senado. Luego Julio Cesar se enfrentó a Pompeyo y lo derrotó. En 44 a.C. adoptó a Octavio, su sobrino nieto; ese mismo año, un grupo de senadores opositores a César lo asesinó en las escalinatas del Senado. Para sucederlo se enfrentaron Octavio, Marco Antonio y Lépido. El vencedor fue Octavio, quien concentró todo el poder, y el senado le dio el nombre honorífico de Augusto (persona sagrada). Una nueva era se avecinaba.
Imperio
La historia del Imperio Romano puede dividirse en dos grandes etapas: el Alto Imperio (siglos I y II d.C) y el Bajo Imperio (siglos IV y V d.C), separadas por un período de profunda inestabilidad política, disturbios internos e invasiones extranjeras que caracterizan el siglo III de nuestra era.
El Alto Imperio: El régimen imperial fue creación de Augusto, quien estableció en Roma un sistema de carácter monárquico, pero de apariencia republicana. Con el título de príncipe (el primero con derecho a la palabra en el senado) concentró el poder en sus manos. Se lo invistió también de los poderes de cónsul y tribuno y más tarde se lo nombró también pontífice máximo. Con el título de imperator le fue adjudicado el mando de todas las fuerzas de tierra y mar. Este título dio nombre al régimen que Augusto inauguró: Imperio. Los dos siglos posteriores a su muerte se caracterizaron por la conservación del Régimen establecido, es decir, una monarquía de hecho con apariencia republicana. La administración se perfeccionó y el imperio, bajo el dominio de un poder central, consiguió una paz interna que duró dos siglos y fue conocida como la paz romana.
Durante el siglo III se produjo un colapso integral de la civilización romana. Los jefes militares comenzaron a luchar por el poder. Los enfrentamientos debilitaron la organización imperial y las luchas se extendieron por todo el territorio. La recuperación del imperio comenzó con los emperadores Ilirios.
El Bajo Imperio: el Estado tomó características muy distintas de las del Alto Imperio. El emperador, investido de una "misión divina", era un monarca de derecho pleno y hereditario. Con el apoyo del ejército controlaba toda la vida política, económica y religiosa. Desapareció la apariencia republicana. Los ciudadanos perdieron sus derechos pol´çiticos y se transformaron en súbditos, es decir, debieron someterse a las decisiones del emperador. Ente los emperadores del Bajo Imperio se destacaron Diocleciano y Constantino. Para mejorar la defensa y la administración de territorios tan extensos, Diocleciano dividió el imperio en dos grandes regiones: Oriente y Occidente, y estableció la Tetrarquía (gobierno de cuatro): cada una de las partes quedaba a cargo de un emperador asistido por un César. Luego de su abdicación se reanudaron las luchas por el poder, las que se superron cuando Constantino venció a sus rivales y fue reconocido como único emperador, trasladó la capital a Bizancio que desde entonces se llamó Constantinopla. En el 395 el emperador Teodosio dividió el imperio entre sus hijos. El Imperio Romano de Oriente tuvo su capital en la ciudad de Constantinopla, mientas que la del Imperio Romano de Occidente fue Roma.
La Cultura Romana
Los romanos heredaron de otros pueblos los elementos esenciales de su cultura y, con matices propios, los transmitieron a la posteridad. Entre los romanos las letras y el arte, lograron un desarrollo propio. Las ciencias y la filosofía, en cambio, ampliamente difundidas entre los pueblos de civilización helenística, no encontraron terreno propicio par su progreso.
El Latín, lengua de los habitantes del Lacio, se difundió junto con las conquistas y predominó en las regiones occidentales del imperio. Compartió ese papel preponderante con el griego, que tuvo su arraigo en las provincias orientales. Idiomas actuales derivados del latín son: el Italiano, Catalán, Español, Francés, Rumano, Portugués.
Los romanos cultivaron la poesía en sus distintos tipos (lírico, épico, satírico), el teatro, la novela y, principalmente, la retórica y la historia. La Retórica tuvo gran importsancia devido al valor que tenía la oratoria en la vida política.
Entre los romanos la educación fue, en general, deficiente, y restringida a sectores minoritarios de la sociedad. Entre los ricos era costumbres encargar a un pedagogo, muchas veces de origen griego y por lo general un esclavo, la educación de los niños. La enseñanza primaria, donde se aprendía a escribir, procedía a las etapas superiores, a cargpo de gramáticos.
El romano fue, principalmente, un pueblo legislador. Sus normas de derecho constituyeron un sólido edificio elaborado a lo largo de varios siglos y se originó en distintas fuentes: normas consuetudinarias, edictos de pretores, disposiciones de emperadores, disposiciones de las distintas asambleas republicanas, opiniones de los jurisconsultos romanos. Podemos afirmar que el derecho romano fue uno de los legados de la antiguedad cuya influencia perduró con más intensidad y durante más tiempo. Parte de las normas jurídicas que rigen en América y Europa reconocen hoy en día ese origen.
La arquitectura romana, ispirada primero en los etruscos y luego en los griegos, produjo realizaciones grandiosas cuyas ruinas constituyen hoy uno de los testimonios de mayor relieve de los tiempos antiguos. Las principales construcciones romanas fueron:
- Vias: Las rutas romanas estaban planeadas, fundamentalmente, para facilitar las comunicaciones ilitares y civiles.
- Acueductos: Comunicaban a las ciudades con las fuentes y manantiales próximos.
- Templos:Salvo el uso de la cúpula, imitaron en general de los griegos.
- Teatros y Anfiteatros:Los primeros, semicirculares, siguieron el modelo griego. Los anfiteatros, en cambio, fueron una creación romana. El más famoso, el Coliseo, servía de escenario a espectáculo de fieras, combates de gladiadores y un simulacro de Batallas navales.
- Circos:eran largas pistas utilizadas para carreras; a sus lados se ubicaban las gradas para los espectadores.
- Basílicas: Estos enormes edificios públicos estaban destinados a la reunión de los tribunales y a las transacciones mercantiles.
- Monumentos Conmemorativos:Se erigían como homenaje a alguna victoria o acontecimiento importante; ejemplo: los arcos de triunfo
- Termas: era un conjunto de edificios de grandes proporciones, donde había vestuarios y salas de baños a distintas temperaturas; los completaban otras estancias, como gimnasios, bibliotecas, salas de lecturas, estadios.