El tiempo en la historia

 El Tiempo en la Historia


            La historia de la humanidad tiene cientos de miles de años. Para estudiarla sistemáticamente, los historiadores acostumbran dividirlos en grandes etapas o períodos. Por eso se habla de periorizar y de periodización.
            Se parte habitualmente de una gran división entre tiempos Prehistóricos e Históricos propiamente dichos. Tradicionalmente se llama Prehistoria a la etapa en que la humanidad desconocía la escritura y por lo tanto no quedaron documentos escritos.
           Lo que llamamos tradicionalmente tiempos históricos se divide en edades. Una “Edad” es un período en el cual hay continuidad, que al mantenerse, le dan rasgos característicos que nos permiten distinguirlos de otros períodos. El paso de una edad a otra es lento, aunque en general los historiadores eligen un hecho puntual para separar una edad de otra.
           Los cambios históricos son transformaciones que se producen en diferentes tiempos:
• Los hechos o acontecimientos (ej. Una invasión) ocurren en “Tiempos cortos”: meses o años.
• Los ciclos (como un proceso de inflación en la economía) se desarrolla en un “Tiempo medio”, como una década o varias décadas.
• Las estructuras transcurren en un “Tiempo Largo”. Son etapas que abarcan siglos en las cuales se mantienen en continuidades con modificaciones lentas y muy leves (ej: las mentalidades, formas de ver el mundo, tecnología, las formas de trabajo, las creencias, etc).
           Ubicar en el tiempo un hecho o un objeto, darle una fecha, es datarla. Las unidades para medir el tiempo puede ser tan breve como días o semanas u otras unidades mayores, años, lustros, décadas, siglos, milenios.
• Año: doce meses.
• Quinquenios o Lustros: cinco años.
• Décadas: diez años o dos lustros.
• Siglos: cien años.
• Milenios: mil años o diez siglos.
         Los hechos anteriores al nacimiento de Cristo se ubican cronológicamente en forma descendente: el número es mayor cuanto más antiguo es el suceso. A estas fechas se le agregan la expresión “antes de Cristo” (aC) o se le antepone el signo menos.
           Los acontecimientos ocurridos con posterioridad al nacimiento de Cristo son contabilizados en forma ascendente: el número es mayor cuanto más reciente es el suceso.