Actividad 1

 

La araña, escrita por la autora Berta Vidal de Batinni, refiere una historia con características costumbristas, amena e interesante por la relación de la vieja que alude a cierta leyenda acerca de la araña, por eso resulta interesante relacionarla con el mito de Aracné, de origen griego, tal vez la versión madre.

Los invito a leer los dos textos y luego realiza las actividades:   

LA ARAÑA 
Había en la tarde serenidad de Égloga. De vez en cuando interrumpía el silencio campesino el canto de alguna cigarra o el balar de la majada que volvía al redil. 
En el patio, ahondando a fuerza de tanto raspar con la ípichanai, las dos hilanderas hablaban pausadamente, con frases breves, a veces incompletas, y con frecuentes reticencias. 
La una, joven y hermosa, inclinada sobre el telar doméstico, movía las manos regordetas en la tarea de cruzar los hilos y mover acompasadamente la pala tejedora. La otra, cincuentona, seca y arrugada, hilaba un blanquísimo vellón haciendo bailar el huso con una maestría admirable, a medida que iba consumiendo su cigarro de chala. 
La primera, echándose hacia atrás y suspirando, dijo: 
-... Y Cliofe quiere el pelero mañana!... 
- Así es -contestó la vieja. 
- Ucha, mama, si juera araña, yo, no? 
- No dijíeso míhija. 
- Pa ser ligera, decía. 
- Peru es maldita! 
- ¿Quién dice? 
- Mi finadita madrina me contaba cuando yo era chica, y no solo ella, mucha gente sabía el caso, fue princesa líaraña... 

- Diande!... 
- Peru hace mucho... y tenía un palacio di oro. 
- ¿Y andíera eso? 
- En otras tierras sería... Ponderan como era di orgullosa y mala con los pobres. 
- Bah... todos los ricos son lo mesmo. 
- Ah, pero nu habíu otra mujer de su laya! Todos le tenían miedo! A los quíiban a pedirle un favor los hacía sacar a palos. A otros les hacía quemar el 
rancho y la chacra pa solo divertirse. 
- ¿Y nu había autorida? 
- ¡Qué líiban hacer, si era amiga de los reyes y los príncipes más poderosos!.. 
Muchos se querían casar con ella porquíera muy linda.

- No conocían la leña, ¿no?
- No, po, si se hacía la guena, pero ansina la pagó... 
Una vez juÈ una viejita muy pobre a pedirle algún trapo de los quíella tiraba píhacerse un rebozo, porquíel suyo estabíhecho hilacha, pero... ni acabó di hablar, cuando la mandó botar a palos del palacio. Entonces, la viejita, líechó una maldición muy grande... 
- ¿Y le alcanzó? 
- ¡Claro! 
- Sería la Virgen... 
- Así dicen. Por su maldición, toitas las riquezas de la mala se líhicieron humo y ella se convirtió en araña, ese bicho tan fiero, peludo y ponzoñoso, y 
tuavÌa, pa pior castigo, tiene que tejer toda la vida como el más necesitau de los pobres. 
- ¿Su madrina lo vido? 
- No, pero el agelito díella sÌ. 
- Y agora ¿ya no pasíeso? 
- Quién sabe nomás, asigan el pecau, ser·; pero ya todos tienen más escarmiento. 
La noche había llegado sigilosamente. 
Las dos mujeres que ya no trabajaban, quedaron pensativas, la mirada fija en las sombras que envolvían el campo, absortas, quien sabe en que hondos pensamientos sugeridos por la misteriosa evocación de la vieja.

 

 

Aracne” es una leyenda griega que narra el desafío de una tejedora mortal a la diosa Atenea. El motivo del mismo será realizar un tapiz que represente a los dioses del Olimpo y el resultado acarreará la desventura eterna de la audaz tejedora. 

En las manos de Aracne, los mechones de lana parecían neblina.

Ella era una simple mortal, hija de un teñidor de lanas, pero había tal arte en su trabajo, que para contemplarla girando el huso torneado o dibujando con la aguja, las ninfas abandonaban los viñedos y las aguas.

Enredada en su soberbia, Aracne comenzó a proclamarse tan buena tejedora como la misma Atenea.

Y ésta se presentó ante ella, tomando la figura de una vieja con bastón, para aconsejarle que desistiera de medirse con una diosa.

La respuesta de Aracne fue retar a Atenea a probarse en una competición. Abandonando su disfraz, la diosa se presentó con todo su esplendor. Enfrentadas en distintos telares, fueron tensándose las finas urdimbres y se entretejieron la púrpura, los oros y los delicados matices de la transición de los colores.

Atenea creó un tejido en que los dioses aparecerían soberbios y centrales en su augusta majestad.

Luego pintó con la aguja un verdadero toro y un mar verdadero y bordeó la tela con ramas de olivo de la paz.

Pero Aracne dibujó a las deidades con sus debilidades más carnales, en un trabajo tan brillante y delicado, que la diosa, fuera de sí, rompió su obra y golpeó a su rival.

Viendo la furia divina que había provocado su insana soberbia, la joven mortal intentó terminar con su vida pasándose un lazo por la garganta.

Atenea no lo permitió. “Vive, sí, pero cuelga, malvada”, le dijo.

Y rociando a Aracne con los jugos de una hierba, maldijo su destino y el de su descendencia. La convirtió en una araña tejedora cuya misión es pender y tejer eternamente.

 

 

 

¿Qué punto en común tienen ambos textos?

En los dos textos se habla de una que provoca una transformación

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Ambos textos presentan diferentes maneras de contar el origen de la araña. 

¿En qué texto la historia es contada como parte de una charla? En "   "

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Lee las afirmaciones y elige verdadero o falso, según corresponda.

Pregunta 1

En "Aracne" se habla de una muchacha que vivía en un palacio y era orgullosa y mala con los pobres.

Pregunta 2

La historia contada por una mujer en "La Araña" habla de un enfrentamiento entre la joven y una "viejita".

 

Pregunta

La autora en La Araña destaca en los diálogos el dialecto de los personajes, es decir:

Respuestas

la edad de los personajes.

la formalidad del lenguaje.

el origen, el lugar de procedencia.

el nivel de estudio.

Retroalimentación

 

Pregunta

¿Qué aspectos del mito griego se ven modificados en "La Araña"?

Respuestas

Lugar donde vivía la joven, hija de un teñidor de telas.

Habilidad con el tejido de la joven.

Soberbia de la joven.

Reto de la diosa.

Aparición de la diosa Atenea.

Maldición.

Transformación de la joven en araña.

Retroalimentación