El "yo" lírico

En la poesía, el discurso amoroso se construye a partir de una voz: el "yo lírico", un sujeto ficticio que se caracteriza por el uso de la primera persona gramatical (yo) y también es una creación del poeta, pero no representa necesariamente al autor.

El "yo lírico" se expresa en el poema y se dirige a un ser amado generalmente ausente. Frente a él, el sujeto declara su amor, su deseo o su abandono. Por lo tanto, la poesía se convierte en un espacio en el que el "tú", como destinatario del mensaje, está presente.

A continuación te propongo que leas los siguientes poemas y observes la presencia del "yo lírico", como expresa su mundo interior y como le influye lo exterior, la naturaleza:

 

La Soledad Lírica

Solo como antes, solo,
solo contigo, verso,
compañero,
mirando las cosas que nos miran,
y soñando sueños;
eligiendo el lugar más soledoso,
y más envejecido de silencio,
sombra de molle, rinconcito agreste
en la maraña de los duros cerros.
Y solo, con los brazos libres,                                                         
con mis pasos lentos,                                                                     
desdeñando la charla de las gentes,                                            
y midiendo con el sol el tiempo.                                                          
¡Oh! esta soledad que es carne mía,
que me hace bueno y nuevo,
deliciosa de gustar la vida
con la boca viva de los sueños;
que me hace eje diamantino y puro del universo,
lengua olorosa de las cosas mudas,

y alocado centro
¡Oh! esta soledad en compañía del Verso,
que es corazón del corazón fragante,
musical espejo,
y mirada de Dios en las pupilas
de mis ojos nuevos.
Con Èl andamos en soledad amable
y en holganza rural de sentimientos; 
lejos del mundo, lejos de todo, lejos
descifrando minúsculos secretos.

Esteban Agüero

En este poema podemos apreciar un "yo lírico"
que demuestra soledad, nostalgia. Observa marcas
del "yo" en los versos destacados.

 

Poema 1


Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos, 
te pareces al mundo en tu actitud de entrega. 
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava 
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra. 

Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros 
y en mí la noche entraba su invasión poderosa. 
Para sobrevivirme te forjé como un arma, 
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda. 

Pero cae la hora de la venganza, y te amo. 
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme. 
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia! 
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste! 

Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia. 
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso! 
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue, 
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.

 

Pablo Neruda



 En este poema se observan las marcas de un
"yo lírico" que está acompañado por el recuerdo
de un amor.

Los autores utilizan elementos de la naturaleza para decorar el ambiente de sus sentimientos, de sus vivencias.

"En la mañana de los duros cerros"                                       

                      Esteban Agüero                                                                   


 
"Fui solo como un túnel. De mí
            huían los  pájaros"                                                       

                      Pablo Neruda                                                               

                                                                                                                       

La naturaleza sirve de respaldo para el mundo interior del "yo lírico", lo acompaña y representa su mundo exterior.