Transmisión

Aspectos  éticos a tener en cuenta en la trasmisión de la información

La ética se ocupa del obrar humano, de las acciones del hombre, conforme a normas morales, es decir, las que, por alguna causa, son preferibles a otras. Conforme a estas normas hay un "deber ser", es decir, una forma aceptable de comportamiento del hombre tanto en el plano individual como en el social.

Las principales normas que responden a la eticidad de la información son la veracidad, prudencia, claridad y confidencialidad. Inversamente información no veraz, imprudente o el suministro de información confidencial, son conductas no éticas desde el punto de vista de la información, originadas muchas veces por intereses personales, intensión de daño o de perjuicio o deseos de inducir al error entre otras causas.

En general, las relaciones humanas se basan en la confianza mutua . Faltas de ética relacionadas con la información afectan esa confianza ya que, generalmente, la información recibida no es verificable y se la utiliza confiando en la fuente de origen.

 

La información siempre tiene un destinatario,  se elabora para ser comunicada, por ello hay algunos aspectos éticos importantes que es necesario tener en cuenta al momento de transmitirla.

 

Veracidad: transmitir la información sin alteraciones, ateniéndose a la verdad.

 

Hay muchas formas de faltar a la veracidad

  • Por falta de comprobación o de control: ello implica dar por cierto determinados hechos o circunstancias sin haber efectuado las pruebas necesarias para constatar si los mismos se corresponden con la realidad. Ocurre cuando, por ejemplo, se da información basada en dichos o comentarios de personas, y no en hechos comprobados.
  • Por parcializar: Implica una forma de falta de integridad. Consiste en no dar toda la información que se posee sino solamente una parte de ella a efectos de inducir equívocos en el receptor. la información que se da en este caso es cierta, y el emisor no podría ser acusado de falta de veracidad, pero al no dar toda la información que posee, sino sólo una parte, comete una omisión maliciosa, y en su conjunto la información no es veraz.
  • Por tergiversación: implica interpretar en forma equivocada determinados hechos o palabras. Puede ser por error o puede ser hecho deliberadamente para confundir al receptor. Ello está vinculado a la objetividad en el tratamiento de la información. Tanto la elaboración de la información como la transmisión de la misma deben ser objetivas, es decir, desvinculadas de opinión, creencias, preferencias o sentimientos de quien la elabora o transmite. La subjetividad, por el contrario, es cuando quien elabora o transmite la información influye en la misma con sus creencias, preferencias, sentimientos, etc. La tergiversación ocurre,  por lo general, cuando la información está influida por la subjetividad.

 

Prudencia: Implica actuar con cautela o precaución en la trasmisión de la información esperando el momento más adecuado para que sea recibida por el receptor.

 

La prudencia es una habilidad de algunas personas que encuentran el momento más conveniente, exento de peligros, y las circunstancias más propicias, para realizar un acto o formular determinadas comunicaciones.

 

Claridad: La transmisión de la información debe ser clara, es decir, comprensible para el receptor.

 

Esto está relacionado, por un lado, con las capacidades del emisor, y por otro lado, con las del receptor. Con respecto al primero, depende de sus capacidades de transmisión y presentación de la información y de su conocimiento del destinatario, ya que en la medida en que lo conozca puede preparar la información de modo que sea comprensible para él. Por ejemplo, una información podría ser comprensible para un contador y no para un médico, y, en consecuencia, la misma información debería ser transmitida en forma distinta a ambos para que sea comprensible para cada uno de ellos. Brindar la información en forma confusa o incomprensible para el receptor afecta la posibilidad de que sea utilizada por éste o que la utilice equivocadamente.

 

Confidencialidad: implica no transmitir  determinada información recibida por ser secreta o reservada.

 

Información confidencial es la que se recibe de un tercero exclusivamente para conocimiento de uno, con la prohibición de transmitirla a otros. Algunas de estas informaciones son confidenciales porque:

  • se relacionan con aspectos de la vida privada de las personas, y quienes se hallen afectados no quiere que se divulguen, desean conservarla en el plano privado;
  • están vinculadas a cuestiones estratégicas, de las organizaciones o del Estado, que no es conveniente que sean conocidas por terceros, por cuanto pueden afectar su desarrollo futuro;
  • son parte del ejercicio de la profesión, la información que conoce un médico, abogado, etc.  en el ejercicio de su profesión no puede ser divulgado a terceros sin la autorización del paciente o cliente.