Actividad 2

¿De ciencia ficción?... El sistema que permite crear nubes artificiales

Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el 35% de la superficie de los continentes está conformada por áreas desérticas. Dentro de estos territorios sobreviven millones de personas en condiciones de persistente sequía y escasez de alimentos. Por todo ello, la desertización es en la actualidad uno de los mayores desafíos medioambientales.

Con el término desertización se designa al proceso de degradación de las tierras en zonas secas, debido fundamentalmente al impacto de la actividad humana. En otras palabras, es una forma de deterioro ambiental por la cual enormes extensiones de tierra cultivable y fértil se han convertido en desiertos que continúan creciendo a un ritmo cada vez más acelerado. Ciertas actividades humanas, tales como el cultivo y el pastoreo excesivo, la tala indiscriminada o la desviación de los cauces de agua, agudizan este proceso.

El sistema que permite crear lluvia artificial se presenta como una original manera de luchar contra la sequía e intentar revertir el proceso de desertización que afecta seriamente a muchos países del mundo.

Creado por especialistas en modelado atmosférico, el sistema está diseñado con planchas de material negro que absorben el calor de los rayos del Sol y permiten crear nubes artificiales y lluvia en enormes zonas. Su funcionamiento es bastante simple: la superficie negra absorbe gran cantidad del calor emitido por los rayos del sol, éste calor se eleva a la atmósfera en forma de vapor de agua y posteriormente se transforma en nubes, que eventualmente se convierten en lluvia. Exceptuando la primera parte, todo el resto del proceso es similar al que naturalmente ocurre cuando se da el fenómeno meteorológico de la lluvia.

Para que el proyecto sea exitoso, se debe poner en práctica en zonas desérticas no demasiado alejadas del mar, como máximo a 100 ó 150 kilómetros del mismo. Las planchas de material negro en las que se trabaja y que podrían elevar la temperatura en 20 ó 30 grados, favorecerían el ascenso del calor situado en capas inferiores hasta las superiores, y por ello, cuanto más cerca se esté del mar más vapor de agua formará parte del ciclo, resultando en mayor cantidad de lluvia.

Fuente: http://axxon.com.ar  10/Jul/04