Autoevaluación
Actividad 1
Buscamos información sobre el planeta tierra y encontramos el siguiente texto.
Explorá el paratexto:
¿Qué tipos de paratextos hay?
Título.
Palabras destacadas.
Subtítulo.
Imagen.
Infografía.
Mapa.
Actividad A
A partir del paratexto ¿de qué tema trata el texto?
Elige una opción:
Características del planeta Tierra.
El sistema solar.
Forma del planeta Tierra.
Actividad B
Responde verdadero o falso sobre las siguientes afirmaciones:
El título encierra el tema del texto.
La imagen ilustra el título y subtítulo.
El subtítulo: "¿Un planeta plano o esférico?" no se relaciona con el título.
El paratexto no es claro con la información que presenta.
Actividad c
Lee el texto y verifica la confiabilidad de la fuente.
¿Quién escribió el texto? o ¿De dónde proviene?
Autor reconocido.
Santillana.
Autor desconocido.
Con respecto al contenido:
La información ¿cómo está desarrollada?
Es breve y precisa.
Es extensa y con muchas repeticiones.
No es clara.
¿La información está libre de errores gramaticales y ortográficos?
Está adecuadamente escrito, sin errores ortográficos.
Presenta algunos errores como por ejemplo: falta de acentos.
A partir de los datos observados y leídos, podemos decir que ¿la fuente es confiable?
Sí.
No.
Actividad D
Con respecto al tema de cada párrafo:
¿Qué título encierra el tema principal del primer párrafo?
La Tierra, planeta azul.
Los astronautas en el universo.
Diferentes colores de la Tierra.
¿Qué título encierra el tema principal del segundo párrafo?
La posición de la Tierra en el sistema solar.
Ubicación y características particulares de la Tierra.
Astros del sistema solar.
Con respecto al progreso de la información: ¿cómo se organiza?
Se presentan distintos temas parciales relacionado a un tema general.
Se agrega información nueva alrededor de un tema.
La información nueva de cada oración pasa a ser tema de la siguiente oración.
Actividad 2
La progresión temática en el siguiente texto no es adecuada. Ordená los párrafos colocándoles el número correspondiente en cada espacio.
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Por último, el esclerénquima está formado por células que pierden el protoplasto al madurar y tienen paredes secundarias gruesas, por lo general con lignina; se encarga de sujetar y reforzar las partes de la planta que han terminado de crecer. Las plantas tienen tres tipos de tejido fundamental: parénquima, colénquima y esclerénquima. El colénquima también se mantiene vivo en la madurez, y está formado por células provistas de paredes de grosor desigual; puede plegarse, y actúa como tejido de sostén en las partes jóvenes de las plantas que se encuentran en fase de crecimiento activo. El primero está distribuido por toda la planta, está vivo y mantiene la capacidad de división celular durante la madurez. |