Las modalidades del enunciado son aquellas que nos permiten ver cómo se posiciona el hablante frente a lo que dice, mientras que las de la enunciación sirven para ubicar al hablante en relación con el oyente o destinatario.
Encontramos en las modalidades del enunciado:
LÓGICA
Podemos expresarnos de una manera lógica, haciendo intervenir lo que pensamos o sabemos sobre el tema del que se habla, y así expresaremos verdades, falsedades, dudas, utilizando frases como “se sabe que en verano los días son más largos”, “es probable que este año llueva menos”, “es necesario que hablemos”. Lo que se expresa no depende ni del gusto ni de la opinión del hablante, son cuestiones objetivas, hechos de la realidad que existen por sí mismos.
APRECIATIVA
Pero, por otro lado, también podemos expresarnos de una manera valorativa, es decir, incluyendo cómo nos sentimos acerca del tema del que hablamos. En este caso usaremos palabras como “tuvimos una buena discusión”, “desgraciadamente nos desencontramos”. En cada uno de estos ejemplos el uso de estas palabras depende del modo en que el hablante entienda el tema: para algunas personas, una buena discusión puede ser una, discusión tranquila en donde se puedan exponer todos los puntos de vista y llegar a una solución; otras personas pueden entender que en una buena discusión tiene que haber posturas fuertemente enfrentadas, ataques e incluso gritos. Lo mismo pasa con desgraciadamente, quizás para alguien no haberse encontrado con quién debía no sea tan grave y no merezca esa palabra. En estas expresiones prima el carácter subjetivo, es decir la influencia de la persona que habla en lo que está diciendo.
¡Qué lindo! ¡Qué fantástico! ¡Qué aburrido!
MEZCLA
-¡Podríamos comprarle un regalo juntos a Sole!
-¡Buenísimo, qué idea genial!
Lo que sucede en realidad es que, cuando hablamos, estamos mezclando constantemente expresiones lógicas y apreciativas.
A continuación veremos las modalidades de la enunciación.
También podemos analizar lo que hacemos con cada intervención pensando en cómo nos relacionamos, desde el lenguaje, con la otra persona:
Podemos declarar algo, ya sea afirmando o negando, y así expresamos una seguridad. Mañana voy a tu casa. No traje los deberes. (ASEVERATIVA)
Podemos hacer una pregunta. ¿Podemos hablar? (INTERROGATIVA)
Podemos hacer una exclamación. ¡Me mentiste! (EXCLAMATIVA)
Podemos dar una orden. Den tres vueltas a la cancha con trote simple. (IMPERATIVA)
Podemos expresar un deseo. Ojalá el domingo sea un día soleado. (DESIDERATIVA)