A medida que se desarrollaba la Revolución
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una idea crecía cada vez más, cobrando un significado especial: la idea de progreso. La producción a gran escala, la integración del mundo a partir de los transportes y el creciente dominio de las fuerzas de la naturaleza mediante las obras de ingeniería, las nuevas tecnologías y el conocimiento científico, parecían prometer a la humanidad "un mundo feliz". Sin embargo, ese pretendido "mundo feliz" se presentaba sólo como una esperanza: mientras muchos países crecían aumentando su poder económico, otros se transformaban en
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. Y lo que es más, dentro de los mismos países económicamente "fuertes" se generaban condiciones indignas de vida para amplios sectores de la
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.
El proceso de
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atendió a sus propias necesidades económicas. Es decir que la mayoría de los empresarios estaban "enceguecidos por el crecimiento de sus industrias" y la población se agolpaba en las
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en busca de
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, aunque no toda lo conseguía. Tal como ya vimos, la que lo lograba no lo hacía en las mejores condiciones. Mucha de esa gente sin trabajo pasó a formar parte de los grandes contingentes de
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que miraron a América albergando una nueva esperanza Si bien muchos de estos inmigrantes llegaron a un país industrializado como los Estados Unidos de América, otros tantos se dirigieron a países que, como la Argentina, no habían organizado su economía a partir de la industria. Las tierras americanas significaron una gran atracción de inmigrantes. Esta atracción estaba relacionada con la incorporación de los países americanos a la economía
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. Estos países requerían mano de obra para las actividades
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(agropecuarias y mineras), que se sumara a la que ya existía en el país.
Estos diferentes modos de organizar la producción respondían a la idea de que cada país debía organizar su producción alrededor de aquellos bienes económicos que lo pusiera en ventaja con respecto a otro país. Por ejemplo, en países como la
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esas ventajas parecían estar dadas por los productos agropecuarios, mientras que para
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las ventajas estaban representadas por la producción industrial. La
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necesita para su desarrollo
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primas, por ejemplo, productos agropecuarios y
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. La revolución de los
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había permitido unir puntos distantes, logrando superar el obstáculo que representan las grandes distancias. Como consecuencia de este proceso, el mundo quedó dividido en zonas económicas especializadas: países productores de materias primas y países
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(industriales), dando lugar a lo que se denomina División Internacional del
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.
Recuerda:
La extensión del consumo de los productos de la industria será otro de los rasgos característicos de la época. La diferencia entre los países industrializados y los no industrializados se irá profundizando. La economía irá dibujando un nuevo mapa del mundo: el mapa de la división internacional del trabajo
