La soja

La soja comenzó a producirse en América latina en el sur de Brasil, donde la combinación soja - trigo desplazó a los productos tradicionales, como el trío maíz - porotos -cerdos, que habían desarrollados los antiguos colonos alemanes e italianos en esa zona. A partir de los años 70 la producción comenzó a incrementarse, hasta transformarse, con más de 25 millones de hectáreas, en el cultivo más dinámico de los últimos años del siglo XX. 

Superficie cultivada con soja en América Latina (en miles de hectáreas)
País/ año 1970 1980 1990 2000
Brasil 1300 8800 11500 12900
Argentina 30 2100 5100 10500
Paraguay 20 380 600 1200
Bolivia - 50 180 600
Total 1350 11330 17380 25200      

En Brasil el cultivo comenzó a expandirse hacia el norte, en busca de nuevas tierras, primero en Santa Catarina y Paraná, para más tarde saltar hacia el cerrado del Mato Grosso do Sul y más hacia el norte. Observa las imágenes a continuación.



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La expansión en Paraguay y Bolivia es un claro ejemplo del crecimiento de la soja en Brasil, ya que al igual que en el caso del cerrado, se hizo sobre la base de la deforestación masiva: en Paraguay destruyeron la última gran reserva de la mata atlántica que se encontraba en él. La mata atlántica formaba parte de lo que hoy conocemos como selva misionera.

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En la Argentina, la primera expansión se realizó reemplazando estructuras agrarias ya existentes. Las condiciones ambientales de la llanura pampeana dieron como resultado una altisima productividad, que junto a los altos precios internacionales, generó un gran impulso al producto, que avanzó sobre tierras antes dedicadas a otros cultivos (trigo, maíz, girasol) o ganadería. Las consecuencias fueron un proceso de concentración de la tierra en grandes y medianos productores, ya que la racionalidad productiva imperante requería una economía de escala que dejaba fuera de juego a los pequeños productores. Éstos debieron optar o bien por continuar con los productos tradicionales o bien por arrendar sus campos a los productores sojeros, aprovechando los altos precios que había adquirido la tierra. La soja también se expandió por el norte del país: aquí la agricultura se lograba mediante la deforestación. En ocasiones, éstas tierras forestales también estaban ocupadas por poblaciones autóctonas, situación que derivó en conflictos por la posesión de las tierras.

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Expansión del cultivo de soja en Argentina.

La expansión sojera fue también la oportunidad para que aparezca en América Latina dos nuevos factores de producción: la biotecnología y las nuevas técnicas conservativas de labranza. La biotecnología le permitió a la soja reforzar su capacidad de resistencia a la aplicación "glifosato, un herbicida de amplio espectro y bajo precio en el mercado. Para fines del siglo XX, el 90% de la soja cosechada había utilizado éste herbicida. El segundo factor de producción fue la aparición de tecnologías para la conservación de los suelos, basadas en la idea de una baja actividad de labranza, o labranza cero, y en el uso en paralelo de técnicas de siembra directa. Ésto reducía el número de veces que el suelo era removido, conservaba la humedad residual y la actividad biológica y reducía el peligro de erosión al mantener los restos de la cosecha anterior y sus raíces. El problema es que al mantener los restos de cosechas anteriores, también permanecen malezas y pestes y para controlarlas hacen falta más herbicidas y pesticidas. Ello hace que se acentúe más la relación entre agricultura e industria, convirtiendo a la primera en dependiente de la segunda. (Reboratti: 2009).

Te proponemos que ingreses al siguiente link para comprender el circuito de la soja: http://www.me.gov.ar/curriform/servicios/unidad/aprender/laminas/egb3/lams3-6.pdf

 

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