Nuevos productos, nuevas tecnologías y nuevas tierras
La nueva agricultura también trajo con sigo la aparición de nuevos productos. Ésto no es un proceso nuevo porque la historia agraria de América Latina tiene varios ejemplos de ello: trigo, el café, la caña de azúcar, los vacunos, los cerdos y los ovinos principalmente destinados a las necesidades y presiones de los expansivos mercados internacionales externos. Basta recordar las características de las economías coloniales.
En algunas ocasiones, éstos nuevos productos ocupaban áreas agrícolas que antes se dedicaban a productos más tradicionales, pero en otros casos potenciaron los procesos de ampliación de la frontera agraria, sea sobre áreas de baja densidad de explotación, por ejemplo la ganadería extensiva, o bien sobre áreas hasta el momento no utilizadas por la economía mercantil (Bosque chaqueño, Selva amazónica, etc).
Éstos nuevos productos venían de la mano de una ampliación de los mercados internacionales, dirigidos por una parte al consumo de commodities, productos masivos no diferenciados dirigidos a la industria de procesamiento de alimentos, sea para el consumo humano o animal. En otros casos era a la inversa: se trataba de productos muy específicos, destinados a nichos de mercado bien definidos y que exigían productos de cierta calidad, tanto por sus características como por la presentación, selección, packaging y transporte. Los productos masivos generaron un sistema de transporte dirigido a la carga de grandes tonelajes, para lo cual se abrieron una cantidad de puertos modernos en toda la región. (Reboratti: 2009).
Ahora veamos algunos de éstos productos más representativos de ésta "nueva agricultura".
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