El campesinado y la reforma agraria en América latina
La nueva agricultura que se viene desarrollando en América Latina ha dejado a una buena parte de los habitantes rurales fuera de la economía de mercado.
Dentro de éstos sectores, el más mayoritario es el campesino. A éste lo podemos definir como "el pequeño productor rural tradicional que basa su producción en el uso de la mano de obra familiar, no posee una tecnología moderna, produce en pequeña escala y esta producción está destinada tanto al consumo propio como al trueque o eventualmente al mercado, sin que la ganancia sea el objetivo fundamental de su producción, sino el mantenimiento y la reproducción del grupo familiar."
En buena medida, aunque no exclusivamente, en América Latina los campesinos se originan en grupos descendientes de los pueblos originarios, por lo cual se concentran, sobretodo en los países andinos, en México y partes de Centroamérica.
Los campesinos han sido siempre una parte muy importante del sector de pequeños productores rurales que ocupaba uno de los polos de la dualidad Latifundio - Minifundio, tan característico de nuestro continente.
Pese a que algunos autores habían predicho su desaparición como grupo social, su permanencia y resistencia han sido notables. Una de las vías que muchos países adoptaron entre las décadas del 50 y el 70 para su incorporación a la sociedad y el mejoramiento de su situación fueron las reformas agrarias. (Reboratti: 2009).
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