Durante el siglo XV y mediados del XVI se desarrolló un gran proceso de expansión económico y comercial. Hubo un florecimiento de la economía mercantil y monetaria,
aumentó el comercio y el uso de la moneda, la expansión ultramarina, entre otros. En este contexto, crece el poder e influencia de los banqueros (aliados de los reyes) que financiarán la expansión comercial y el desarrollo del aparato estatal moderno. En materia económica, se desarrolló una economía mercantilista (política económica que caracterizó los siglos XVI al XVIII) en donde la riqueza del Estado estaba respaldada por la acumulación de metales preciosos, como el oro y la plata, proveniente de sus posesiones coloniales y por el control de las actividades económicas que se realizaban dentro de su territorio. Dado que los países no tenían grandes reservas naturales de metales preciosos, la única forma de acumularlos era a través del comercio y la explotaci{on minera en las colonización (minas de Zacatecas, Potosí, Ouro Preto, entre otras).
aumentó el comercio y el uso de la moneda, la expansión ultramarina, entre otros. En este contexto, crece el poder e influencia de los banqueros (aliados de los reyes) que financiarán la expansión comercial y el desarrollo del aparato estatal moderno. En materia económica, se desarrolló una economía mercantilista (política económica que caracterizó los siglos XVI al XVIII) en donde la riqueza del Estado estaba respaldada por la acumulación de metales preciosos, como el oro y la plata, proveniente de sus posesiones coloniales y por el control de las actividades económicas que se realizaban dentro de su territorio. Dado que los países no tenían grandes reservas naturales de metales preciosos, la única forma de acumularlos era a través del comercio y la explotaci{on minera en las colonización (minas de Zacatecas, Potosí, Ouro Preto, entre otras).
Las medidas económicas buscaban garantizar e incrementar los ingresos del Estado, de ahí la necesidad de poseer un sistema de recaudación de impuestos organizado, controlado y centralizado. Por ello la economía estaba fuertemente regulada y sometida al control real (política proteccionista) que restringía el ingreso de productos provenientes de otros países, y en el caso de las posesiones coloniales se tradujo en el monopolio comercial.
De esta manera el Estado controlaba e intervenía fuertemente en la economía. Si bien hubo un gran incremento del comercio (relacionado a la apertura de nuevos mercados generada por la incorporación de territorios coloniales), la agricultura continuó siendo la base de la economía: entre un 80 y un 90% de la población vivía en el campo.