Las consecuencias de la Revolución Francesa (1789-1815) derivaron en profundas transformaciones socio-política: se abolieron los elementos del feudalismo, tales como la servidumbre, los privilegios del clero y de la nobleza.
La famosa bandera, o lema de la Revolución Francesa, fue "Libertad, Igualdad y Fraternidad". Libertad indica el derecho a la propiedad, a la seguridad de la vida, a la resistencia, al culto, a la libertad de expresión y de prensa. Igualdad indica la abolición de los lazos de servidumbre y que todos los hombres nacen iguales. El nuevo orden se sostenía sobre la base de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y tuvo un lugar muy importante en la historia de las libertades, junto con otros documentos de gran importancia: la Carta Magna para el pueblo Inglés en el siglo XIII, y la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América de 1776.