"En América Latina, la ruptura de la situación colonial implica para los diferentes actores políticos y sociales la resolución de varias cuestiones, entre las cuales la primera y más urgente es la del poder: ¿quién manda?, ¿sobre quién manda?, ¿cómo manda?, ¿para qué manda? Acceder al poder y ejercerlo requiere la definición de los principios de legitimidad de la ruptura (la revolución de independencia), de soberanía y su titularidad (Dios, el rey, los pueblos, la nación), de representación y de organización política (…)
El "pueblo" es proclamado titular de la soberanía o, siguiendo a Hamilton, "el fundamento puro y original de toda autoridad legítima". Tal invocación no es más que una fórmula para dotar de base legítima el ejercicio del gobierno o, donde las hay, a las constituciones, pero no lo es, en cambio, para desarrollar una ciudadanía activa, no sólo política sino siquiera civil. El liberalismo es entendido en América Latina como expresión de la modernidad superadora del antiguo régimen y apunta, implícita o explícitamente, al establecimiento de la democracia política(…)"
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL002327.pdf