Resumen Unidad 3
Desde 1870 hasta los inicios de la Primera Guerra Mundial, en 1914, la industrialización entró en una segunda etapa, profundizando el proceso de industrialización iniciado 100 años antes. Esta segunda etapa fue más compleja ya que demandó muchos más capitales, innovaciones tecnológicas más sofisticadas y mano de obra especializada. En esta segunda fase, se crearon una serie de innovaciones tecnológicas, científicas, sociales y económicas que dieron lugar a la consolidación y expansión del capitalismo industrial a escala mundial.
La aparición de nuevas herramientas de trabajo, máquinas e invenciones caracterizaron ésta etapa. A diferencia de la 1º revolución, el proceso de industrialización no se va a efectuar únicamente en Gran Bretaña. También se va a desarrollar en Japón, EEUU y otros países de Europa Occidental.
La ciencia también tuvo un papel fundamental ya que los nuevos conocimientos científicos se tradujeron en avances tecnológicos y en nuevos inventos que se aplicaron a las distintas ramas de la producción. El ferrocarril, los grandes barcos movidos por vapor y el telégrafo fueron los símbolos de la 2º Revolución Industrial; sus productos característicos, el hierro, el carbón y más tarde, el acero.
Este modelo de desarrollo llegó a alentar la fe en la existencia de un progreso indefinido de las civilizaciones, sostenido en los avances de la ciencia para transformar y dominar la naturaleza. Sin embargo, este ideal se derrumbaría con el impacto de la Gran Guerra, o Primera Guerra Mundial (1914 – 1919).
La complejidad de los distintos procesos de producción crearon las condiciones para el desarrollo de nuevos sistemas organizativos del trabajo. El Taylorismo y el Fordismo fueron la respuesta a estas nuevas formas.