La Gran Depresión y el Crac del 29’:
En la posguerra, el sistema capitalista tenía que redefinirse de acuerdo con las nuevas circunstancias: la hegemonía norteamericana y la revolución socialista en Rusia. Hasta entonces, los países ricos (Francia, Inglaterra y Alemania) importaban, más que exportaban, aunque compensaban el déficit de la balanza comercial con los intereses de los créditos dados a los países menos ricos, productores de materias primas.
El 24 de octubre de 1929 (jueves negro) se produjo una quiebra del mercado de valores de Nueva York, que provocó un prolongado período de deflación (Situación de exceso de oferta que puede provocar una disminución generalizada de los precios o una recesión económica). Si bien la crisis económica comenzó antes del famosos “Crac de Wall Street” de 1929 (1927 en Alemania, 1928 en Gran Bretaña, febrero de 1929 en Francia), éste día marcó el rumbo de una crisis que se prolongaría hasta 1939, con el inicio de la Segunda Guerra Mundial. El carácter espectacular del hundimiento de la Bolsa de Nueva York no debe eclipsar, sin embargo, otro tipo de manifestaciones que dan cuenta de la difícil situación por la que atravesaba el capitalismo. La crisis se trasladó rápidamente al conjunto de la economía estadounidense, europea y de otras áreas del mundo. Una de sus consecuencias más inmediatas fue el colapso del sistema de pagos internacionales.