Actividad 2

El cambio climático

La temperatura de la superficie de nuestro planeta depende principalmente de cuánta energía llega desde el Sol (la luz solar), cuánta de esa energía se retiene y cuánta se pierde nuevamente hacia el espacio exterior (es decir, traspasa la atmósfera en forma de radiación infrarroja o calor).

Para entender este fenómeno, consideremos el siguiente ejemplo:

Al poner una olla con agua sobre el fuego de la hornalla de la cocina, el agua comienza a calentarse gracias a la energía del fuego (que funcionaría como el sol).

Si tapamos la olla con una tapa hasta la mitad, el agua se calienta más rápido, ya que parte de la energía que antes se perdía hacia el espacio exterior es retenida ahora por la tapa.

En la atmósfera terrestre hay una capa de gases (como el dióxido de carbono y el metano) que impide que parte de la energía que llega del sol se libere hacia el espacio exterior, cumpliendo una función similar a la que tendría la tapa de la olla.

En los últimos tiempos, la cantidad de gases en la atmósfera ha ido aumentando, entre otros motivos, por las actividades de la industria y la mayor circulación de automóviles. Por lo tanto, la Tierra retiene una mayor cantidad de energía proveniente del Sol y de esta manera se calienta (aumenta su temperatura).

Esto, en nuestro ejemplo de la cocina, sería algo así como ir moviendo la tapa hasta que tape completamente la olla. Cada vez deja escapar menos energía y, en consecuencia, el agua se calienta más rápido.

“El cambio climático” – Nazareno Castillo Marín, en la Revista “Ambiente de chicos”, Año 1, N° 0, Diciembre de 2004 (Fragmento)